Debido a la pandemia del Covid-19 millones de estudiantes mantienen sus clases a distancia y hacen su mayor esfuerzo por recibir su educación.
En este contexto, Colby Samide, un joven alumno de tercer año de Woodgrove High School en Purcellville, Virginia, comprende que no todos tienen los recursos para acceder a las clases virtuales ni el espacio adecuado para recibirlas cómodamente.
Por ello, se le ocurrió una ingeniosa idea para ayudar a sus compañeros: fabricar por cuenta propia escritorios de madera para donarlos a todos aquellos que necesitaran un espacio para estudiar durante la pandemia.
Hace un año Colby despertó su interés por la carpintería y en medio de la emergencia sanitaria, descubrió que podía aplicar su talento de la mejor manera para ayudar a quienes lo necesitaran.
Primero se construyó un escritorio para él, pero luego pensó en otros jóvenes que no tenían los recursos necesarios para acceder a uno.
“Con el año escolar llevándose a cabo en línea, debido al COVID-19, entiendo la necesidad de un lugar para sentarse y concentrarse. A veces puedo distraerme, pero mi escritorio es un lugar para sentarme y hacer el trabajo”
Colby Samide
Aunque todo comenzó como una pequeña ayuda a otros jóvenes, rápidamente se convirtió en un emprendimiento en el cual muchos se han sumado a aportar. Creó “Desk for Distance” (Escritorios para distancia) y ha logrado construir y entregar unos 100 ejemplares.
“¡Acabo de crear una página llamada Desks for Distance! Estaré construyendo escritorios gratuitos para niños y adolescentes que no pueden recibir sus clases a distancia. Si quieres, por favor dale me gusta a la página!”
Colby Samide
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