5 Claves Para Mejorar Tu Salud Cerebral Con El Desayuno

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En 2014 se publicó un libro muy interesante “SharpBrains: cómo invertir en tu cerebro”. En él, se nos explica de qué manera podemos potenciar nuestra salud cerebral y nuestras capacidades para disfrutar de una mejor calidad de vida. A través de 11 estrategias claves explica aspectos que la mayoría sabemos, peor que no siempre ponemos en práctica. De hecho uno de los puntos esenciales es la nutrición y la importancia del desayuno.

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Generalmente cometemos el error de limitar al completo el azúcar de nuestra dieta, pensado que con ellos cuidamos al máximo nuestra salud, pero no es del todo correcto. En cantidades justas y adecuadas, la glucosa es esencial para que nuestro cerebro obtenga energía.

El 20% es el nivel de energía que nuestro cerebro necesita con respecto a todo a nuestro organismo, una cantidad muy considerable. Nuestro estilo de vida determina, en parte, el poder evitar los accidentes cerebrovasculares. Actualmente es una de las principales causas de mortalidad en la población, así como la invalidez permanente.

Bien sabemos que nadie puede prevenir al 100% un ictus y que puede sufrirlo gente joven y personas que mantienen hábitos muy saludables. Sin embargo hay algo que hay que tener en cuenta, y eso es que si la salud cerebral es buena, nuestra capacidad de recuperación ante un ictus puede ser mejor.

El cerebro es como un músculo, si lo ejercitamos ganamos en reserva cognitiva, en neuroplasticidad y en agilidad. Un modo de conseguirlo es eligiendo bien los alimentos y estos son los ingredientes que deben llevar tus desayunos.

 

Chía para tu cerebro

Las semillas de chía son ese alimento bajo en calorías capaz de ofrecernos la mayor cantidad de ácidos grasos omega 3, fundamentales para disfrutar de una mejor salud cerebral. Además disponen de más calcio que la leche, 3 veces más antioxidantes que los arándanos frescos y 3 veces más hierro que las espinacas.

Su elevado aporte de potasio y fibra hacen de las semillas de chía uno de los mejores ingredientes para comenzar el día.

 

Mejora tu función cerebral con la palta 

Las paltas mejoran los suministros de sangre y la oxigenación del cerebro. Basta con consumir la cuarta parte de una palta al día para disponer de sus múltiples beneficios. Las grasas saludables de este alimento nos ayudan a mantener nuestras arterias fuertes y flexibles. Los ácidos grasos monoinsaturados que contiene protegen las células nerviosas del cerebro conocidas como “astrocitos”, los que favorecen la comunicación entre los nervios y las células cerebrales.

El aceite de palta nos puede ayudar a cuidar de nuestra función cerebral. Es un alimento muy adecuado para protegernos ante la aparición de un ictus, ya que reduce la tensión arterial.

 

Té verde y sus antioxidantes

Este tipo de té tiene alrededor de 8 veces más polifenoles que las frutas y verduras. Sus catequinas son una pieza clave para favorecer nuestra salud cerebral. Gracias a este aporte de antioxidantes y vitamina C logramos protegernos en una probabilidad importante del Alzhéimer y de la enfermedad de Parkinson.  Solo debes tomar una taza de té en el desayuno para comenzar a aprovechar sus beneficios. 

 

Avena con caco sin azúcar

Esta es una combinación sensacional que puedes incluir e tu desayuno 2 o 3 veces a la semana. Incluye en tu taza de avena un cudradito de chocolate negro sin azúcar y disfruta de los nutrientes esenciales para el cerebro: vitaminas (A, del complejo B, C y D), minerales (silicio, para renovar los tejidos conectivos, fósforo, magnesio, potasio, calcio, hierro) y ácidos grasos monoinsaturados.

 

Arándanos, el mejor futuro para el cerebro

Los arándanos son ricas en taninos, flavonoides y antocianinas. Este tipo de antioxidantes tienen un efecto antibiótico y antiinflamatorio. Nos ayudan a reducir el colesterol y favorecen también la conexión neuronal para estimular y asentar los nuevos aprendizajes.

Comenzar el día con un buen desayuno te ayudará a mejorar tu salud cerebral, per también debes evitar el sedentarismo, disminuir los focos de estrés y mantener una actitud curioso ante la vida.


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