Pizzería Donde Trabajan Ex Convictos Es La Mejor De Filadelfia

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Luego de salir de la cárcel, los ex convictos suelen tener problemas para rehacer su vida. Es que la reinserción laboral es uno de los mayores desafíos para personas que fueron privadas de libertad y ya han cumplido su condena, pues pese a haber pagado su deuda con la sociedad es algo que les persigue. Conseguir empleo para ellos a veces puede transformarse en una pesadilla.

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Esa fue la experiencia de Michael Carter, un exconvicto que soñaba con ser cocinero, pero su pasado lo perseguía.

Carter tenía apenas 16 años cuando fue encarcelado, y pasó los 12 años siguientes privado de libertad. Cuando salió, descubrió un mundo distinto al que conocía.

El joven tenía una meta muy clara: estudiar cocina y volverse un chef profesional. Pero su pasado lo perseguía y era la piedra de tope para cumplir su sueño.

Así fue como decidió ocultar su paso por la cárcel en su currículum.

Hoy el hombre es el gerente de la pizzería Down North, un famoso y aclamado local ubicado en la ciudad de Filadelfia.

El restaurante cuenta con las mejores pizzas del condado y, además, llevan a cabo una increíble labor social: la mayoría de su personal son exconvictos.

“Todos somos una prueba viviente de que se puede construir un negocio con personas que han estado en prisión”, contó Muhammad Abdul-Hadi, dueño de Down North Pizza.

Filadelfia es la quinta ciudad más poblada de Estados Unidos y tiene una de las tasas más elevadas de encarcelamiento. El mismo local de Down North se encuentra en un barrio donde anualmente suelen retornar unos mil ex presidiarios. Por ello, la tarea de este emprendimiento es de una importancia social increíble, que rompe el estigma y los prejuicios.

En los últimos años, Down North Pizza se ha hecho de una amplia popularidad gracias a la calidad de su comida, contando actualmente con más de 32 mil seguidores en su cuenta de Instagram, @downnorth_pizza, donde comparten los detalles de su cocina y diversas historias.

¡Las segundas oportunidades sí existen! Y no se le deberían negar a nadie que las pida.


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