Niño Muestra Sangre Fría Al Alejarse Con Calma De Un Oso Salvaje: Su Padre Lo Guía A La Distancia

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Seguramente aprovechándose de la suavización de las restricciones por la pandemia de coronavirus, una familia italiana decidió salir a la naturaleza. Fueron hasta un monte de Malga Nuova, en la región de Trentino. Ahí, el destino de la familia Caliari se tornó en un viaje de vida y muerte.

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Uno de los niños de la familia, el pequeño Alessandro de 12 años, fue víctima del acecho de un gigantesco oso que habitaba en la montaña.

El gigantesco mamífero comenzó a seguirlo mientras el niño, sin perder el control pese a lo nervioso que lo puso la adrenalínica situación, siguió lentamente con su camino siguiendo las indicaciones de su padre, Loris. Justamente sus padres, con toda la sangre fría y racionalidad que pudieron conjurar, le insistieron en que se alejara pacientemente en lugar de gritar o correr para no enfurecer al oso.

Así, el niño se logró tranquilizar y moverse con calma y sin hacer mucho ruido, evitando alertar al oso, hasta llegar a salvo donde sus padres.

Luego, por suerte el oso se sintió desinteresado por los humanos y decidió abandonar el lugar dirigiéndose hasta el fondo del valle.

Pese al susto de su vida, por suerte Alessandro pudo hacer justamente lo más recomendable frente al encuentro con un oso: mantener la calma y moverse lo menos posible.

Pese a la fama que tienen, los osos no suelen atacar naturalmente a las personas porque no somos de sus presas predilectas. En circunstancias normales, tienden a ignorarnos.

Los ataques que han sufrido algunas personas se debe a que estas han hecho mucho ruido y se han movido demasiado, lo que ha hecho sentir sorpresa y amenaza a este gran mamífero.


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