Miles de mujeres alrededor del mundo dejaron de lado ese “paso” impuesto por la sociedad de convertirse en madres, ellas están convencidas de que un hijo no es lo que quieren en su vida.
Anna, de 35 años, es una de ellas.
“No creo que sea egoísta no tener hijos. ¿Por qué eso va a ser egoísta?”
“Supongo que no querer tener hijos significa que solo pienso en mí misma, y soy la persona más importante de mi vida, pero eso está bien. Estoy siendo altruista con mi decisión”.
Como toda niña, Anna pensaba que sería madre algún día, pero luego al llegar a la adolescencia comenzó a darse cuenta que en realidad ella no quería tener hijos como sus amigas o familiares, no era algo que le llamara mucho la atención. Por eso decidió no dar a luz.
Estudió pedagogía y con el gran número de niños que veía a diario ya estaba conforme.
“Pensé ‘estoy muy contenta por trabajar con niños pero quizás no quiero tener los míos cuando llegue a casa al final del día ‘”.
Según sus amigos, algún día cambiaría de opinión, que cuando su reloj biológico se lo pidiera, ella los tendría. Sin embargo Anna cree que ya no deberíamos seguir trayendo niños al mundo:
“Simplemente no quiero tener hijos. Me di cuenta que lo mejor que puedo hacer para el medio ambiente es no tener hijos”
Estas son algunas razones por las que Anna no quiere tener hijos:
1. Es amigable con el medio ambiente
Ella intenta vivir de la manera más sostenible y ambientalista posible, es vegana, se traslada en bicicleta, no se ducha todos los días y se lava el pelo solo 1 vez a la semana. Un hijo convierte a los padres en consumidores inmediatamente.
2. No quiere un hijo por nada en el mundo
“No quiero decir que nadie debería tener hijos, pero es un hecho. Si quedara embarazada abortaría”
3. Intenta no contribuir al sobrepoblamiento
Ya hay 7.600 millones de habitantes en la Tierra, para el 2050 se estima que habrán 9.800. No pretende contribuir con el crecimiento de la población mundial.
4. Relaciones de parejas e hijos
Ella tuvo una relación con un hombre que desde el comienzo sabía que Anna no quería tener hijos, pero él pensó que la haría cambiar de opinión.
“Él sabía desde el principio que yo no quería tener hijos, pero estaba desesperado por tenerlos. Asumió que yo cambiaría de opinión porque estábamos juntos y enamorados. Trataba de convencerme para que quisiera tener hijos con él. Me decía: ‘Te verías tan sexy embarazada’”.
Terminaron la relación y él encontró a una mujer con quien tener hijos, por su parte Anna siguió feliz sin hijos.
Una mujer con una gran decisión y argumentos muy válidos.
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