Con 94 Años Superó La Soledad Abriendo Una Piscina Para Los Niños De Su Barrio

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En 2016, Keith Davison, de hoy 94 años, perdió a su esposa Evy, por un cáncer después de 66 años de matrimonio. Luego de muchos días de tristeza y noches de lamentos, vino una extraña paz y tranquilidad que parecía ser un descanso ante el duelo que aún sufría.

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“Lloras mucho. Así son las cosas, porque ella no está aquí”.

Keith Davison

En esos meses empezó a beber, hasta que a finales de la primavera del año 2017, este juez retirado decidió, instalar una piscina en el suelo de su jardín e invitar a todos los niños del vecindario.

Lo deprimió tanto el silencio, que entendió que necesitaba ruido y alegría para salir de ese hoyo en el que se encontraba. Y como prácticamente no existe algo más ruidoso y alegre que los niños, decidió que esta era una buena idea.

Cuando le propuso por primera vez su idea a su vecina Jessica Huebner, pensó que estaba bromeando, pero luego de unos años de preparación, en julio de 2019 la piscina comenzó a recibir a los niños del vecindario.

Jessica y sus cuatro hijos son una de las visitas más habituales y esta madre agradece la felicidad que ha traído al vecindario este hombre viudo de 94 años.

Con casi 10 metros de largo y casi 3 metros de profundidad en algunas partes, esta piscina que cuenta con un trampolín, se convirtió en una adicción bienvenida por todos en una ciudad en donde no había una piscina pública al aire libre.

Eso sí, tiene una única regla: que todo niño esté acompañado por uno de sus padres o abuelos.

Keith Davison a sus casi 100 años no tiene nietos. Su única descendencia son sus tres hijos adultos que todavía no han tenido hijos. Pero en cierto modo, la docena de niños que se divierten en su piscina se han convertido en parte de su familia.

“Adoptó a todo nuestros niños del vecindario, estos son sus nietos”.

Jessica Huebner

Claro está, que después de que los niños se van, él también aprovecha de nadar para disfrutar del agua.


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