Su Hija Enfermó Y Se Fue Al Cielo, Este Padre Casi Muere De Tristeza Pero Algo Lo Salvó

Compartir en Facebook

Su esposa lo abandonó y así, quedó él solo con su pequeña hija. Él quedó destruido y amaba tanto a su pequeña hija, que decidió vivir su vida solo para ella.

Publicidad

La niña un día enfermó gravemente y este cariñoso padre, se preocupó de que la niña tuviera los mejores cuidados médicos, sin importar lo que costara. Lamentablemente, la niña no respondía a los tratamientos y pese a todo el esfuerzo de su padre y los doctores, la pequeña falleció.

Después de que falleciera la única luz de su vida, este padre cayó en una profunda depresión, decidió alejarse del mundo y se encerró en casa, a llorar la muerte de lo único bueno de su vida, su hija.

Sin embargo, cierta noche tuvo un sueño…

…él estaba en el cielo, invitado a un grandioso desfile de todos los ángeles. Todos marchaban en una enorme e interminable fila, hacia un trono blanco.

En su sueño, todos los ángeles vestían blanco y llevaban una vela encendida en sus manos. Después de un tiempo, vio a su hija en el desfile y se dio cuenta de que su vela no estaba encendida. Se apresuró hacia ella y la tomó en sus brazos..

Él la tomó con mucho amor y cuidado y con lágrimas en los ojos le preguntó, “Mi ángel, ¿cómo es que sólo tu vela no está encendida?”.

A lo que ella respondió: “Padre, varias veces la vuelven a encender, pero son tus lágrimas las que apagan mi luz”.

Después de que su hija le diera eso, el hombre despertó del sueño y supo exactamente lo que debía hacer. Desde ese día, se liberó de su propia tristeza y decidió salir adelante, porque después de su sueño, decidió que sus lágrimas nunca más extinguirían la luz de su angelito en el cielo.

Moraleja:

La vida es difícil y lo único que todos tenemos que tener claro, es que algún día todos nos iremos de este mundo. Si perdemos a alguien en el camino, la vida continúa y no podemos vivir nuestra vida hiriendo el alma de quienes han partido. Debemos vivir el resto de nuestros días con alegría y honrando a las personas que fueron parte de nuestro pasado, siendo felices. Eso, es lo que ellos hubieran querido.


Publicidad