Rasgos Tóxicos Que Pueden Ser Indicadores De La Personalidad De Un Padre Inestable Y Destructivo

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Todos los niños merecen nacer en una familia amorosa y feliz, pero en realidad, son demasiados los niños que crecen con padres inestables y destructivos. Y lo peor de todo es que no todos los tipos de maltrato son obvios para las personas externas.

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La crianza de los hijos viene con una cantidad increíblemente grande desafíos, la mayoría de los cuales parecen ser construidos para que no se vean. A pesar de la cantidad masiva de consejos sobre crianza, tanto deseados como no deseados, es casi imposible saber qué es lo que te va a golpear cuando te conviertes en padre y cómo las diversas tensiones y dificultados de la paternidad afectarán tu personalidad.

Sin embargo, reconocer los problemas en tu propio comportamiento es extremadamente difícil y conocer los signos de la paternidad tóxica puede ayudar a las madres y futuras mamás a mitigar esos posibles aspectos de su personalidad.

Tender a gritar

De acuerdo con Nicole Richardson, supervisora consejera profesional autorizada y terapeuta matrimonial y familiar con licencia, “gritar a menudo o regularmente” es un comportamiento muy tóxico. Perder los estribos como padre va a suceder, pero hay una diferencia entre perderlo de vez en cuando y descargar constantemente tus frustraciones en tus hijos.

Éste es otro comportamiento que podrás reconocer en la forma en la que tratas a sus amigos, a otros miembros de la familia e incluso a tus mascotas, y la única manera de solucionarlo es dar un paso atrás y descubrir por qué tu primer instinto es gritar.

Anteponer tus sentimientos

Un buen padre considerará cómo todos en la familia se vieron afectados al tomar ciertas decisiones. El padre tóxico considerará solo sus sentimientos y cómo las decisiones lo afectan, ya que sus emociones son las que más cuentan.

Te cuesta ser comprensivo

Si notas que luchas por brindar apoyo a las personas que te rodean, eso puede indicar que eres una madre tóxica, simplemente porque no puedes ser feliz o afectuosa con las personas cercanas a ti es una señal de que tienes algún comportamiento tóxico.

Si bien no es realista que puedas tomar sobre tus hombros los problemas de cada uno de tus hijos y familiares, la completa falta de deseo de ayudarlos no es una buena señal.

Eres perfeccionista al extremo

Al igual que con las reglas, deber ser coherente en tus expectativas para tus hijos. Es normal tener dificultades para ajustar tus expectativas como padre, pero si te enfadas con tus hijos por no cumplir con tus estándares, entonces debes dar un paso atrás y evaluar si tus estándares son, en primer lugar, justo para ellos, y segundo, si los has comunicado claramente.

Eres impredecible

“Creo que lo más dañino que puede ser un padre es impredecibleCuando los niños no pueden predecir las consecuencias de su propio comportamiento, el mundo se convierte en un lugar estresante e incluso peligroso para navegar”. 

– Richardson

Se ha demostrado que los niños necesitan estructura, por lo que si te esfuerzas para mantenerte constante en tus reacciones emocionales hacia tu hijo, perderás la pista de cómo se supone que deben comportarse. Puedes ayudarlos estableciendo un conjunto de reglas claras y constantes que tu hijo entiendas y lo que es más importante, a las que se adhiera.

Encuentras difícil ser positivo

Mantenerse positivo como padre no significa que debes ser una persona positiva. Puede que tengas una actitud cínica ante el mundo, pero a pesar de eso, puedes ser padre de manera optimista. Sin embargo, es fácil caer en patrones de negatividad en todo tipo de relaciones interpersonales. Cuando eres madre o madre potencial, deberías estar atenta a al tendencia a criticar constantemente, explica Richardson.

Te rehusas a cambiar

Puede ser doloroso saber que eres un padre tóxico, pero si reconoces algunos de los signos en esta lista en ti y deseas cambiar, eso es algo bueno. El problema surge si reconoces estos signos y piensas que el impacto que estás teniendo en las personas está siendo sobreexigido o que las personas están siendo demasiado sensibles.

La intervención es a menudo una parte necesaria de la recuperación para los niños, por lo que es esencial que si ves los efectos potenciales de tu comportamiento, reconozcas que la curación es esencial y que darles a los niños las herramientas para hacerlo forma parte del proceso para eliminar la toxicidad en tu personalidad.


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