No Juzgues A Quien Padece Fibromialgia, Pues No Conoces Su Verdadero Dolor

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Antes de juzgar a alguien que padece fibromialgia ponte en sus zapatos y lee esta nota que te orientará para poder hacerlo de la mejor forma posible. La fibromialgia es una enfermedad cuyo diagnóstico se hace por descarte.  lo que significa que primero hay que anular cualquier proceso inmunológico, infeccioso, tumoral, ya que muchos de los síntomas que refiere el paciente pueden conducir a pensar en diferentes causas, cuyo tratamiento y pronóstico son totalmente distintos. Para los doctores, lo más importante es interrogar muy bien al paciente y hacer un examen físico exhaustivo. Así se desprende el 90% del diagnóstico de la enfermedad, ya que no existen determinaciones de laboratorio, radiografías, ecografías o de resonancia magnética que confirme el diagnostico de fibromialgia.

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La fibromialgia es una enfermedad que se caracteriza por dolor generalizado en regiones musculoesqueléticas, con anormalidades en el sistema nervioso central y síntomas asociados como fatiga, insomnio y alteraciones cognitivas. Por eso decimos que es más que dolor, ya que afecta a las personas a nivel físico, mental y social.

En 1900 ya se describía esta enfermedad con el término de fibrositis, y en 1990 el Colegio Americano de Reumatología establecía por primera vez el nombre de fibromialgia y creaba los criterios diagnósticos. Es importante destacar que es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud recién desde 1992. Se trata de una afección con una alta carga genética.

La prevalencia es del dos al cinco por ciento de la población mundial aproximadamente afecta más a mujeres que a hombres, en una relación de 8 a 1. La franja de mayor incidencia está entre los 20 y 60 años de edad, aunque también aparece en niños y adolescentes, pero es menos frecuente.

 

El principal síntoma de esta patología es el dolor. Es característico en la fibromialgia que el dolor comience en una región del cuerpo y luego vaya migrando a distintas partes hasta que, pasado el tiempo, el dolor se generalice.

La intensidad del dolor puede ser leve, moderada o severa, duele tanto en reposo como durante el movimiento y es más intenso a la palpación así como también luego de estar mucho tiempo en reposo. A su vez, se sabe que el dolor tiene un comportamiento que cambia, es decir, algunos días puede doler menos y otros puede doler más.

Lo que está relacionado con dos factores que pueden aumentarlo: los cambios climáticos y los momentos de estrés. Su prevalencia es del dos al cinco por ciento de la población mundial. Aparece más en mujeres que en hombres.

Por esto resulta muy importante realizar terapia cognitiva de conducta como parte del tratamiento, no sólo para lograr aceptación de esta nueva condición sino para entrenarse en manejo y regulación de la ansiedad. Como se dijo, asociado al dolor existen otros síntomas necesarios para el diagnóstico como la fatiga, la sensación de pesadez en músculos que dificulta movilizarse, la aparición de sueño no reparador, alteraciones cognitivas como fallas en la memoria y en la concentración y rigidez matutina o al reposo.

Existen otros síntomas que pueden estar asociados son la cefalea tensional o migrañas y síntomas gastrointestinales como síndrome de colon irritable.

 

Obtener un certificado de discapacidad es muy difícil, porque sólo uno de cada diez pacientes con fibromialgia que solicitan el certificado de discapacidad lo obtienen, según un informe difundido por la Asociación Civil FibroAmérica con motivo del día mundial de la enfermedad, que se conmemora cada 12 de mayo. De acuerdo al sondeo, sólo el 10,3 por ciento de las personas encuestadas, que son en su mayoría mujeres, pudo obtener el certificado.


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