Ingeniero Boliviano Renuncia A Su Carrera Para Dar De Comer A Perros De La Calle

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Fernando Kushner era un profesional del marketing y las relaciones públicas que llevaba una buena vida viajando por el mundo. Un día este ingeniero alimentó a Choco, un perro de la calle y eso cambió su vida. Fernando dejó los lujos para retribuir lo que entrega el denominado ”mejor amigo del hombre”.

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Hacer mucho con poco

desde el 2016 Fernando alimenta a 300 perros en distintos distritos de Bolivia. El se levanta muy temprano y a la 5 de la mañana, en La Paz, recoge la comida que le donan algunos restaurantes, lo que se suma a la comida que él compra. Con esto hace 2 o 3 rondas para darle a los perros pollo y croquetas terminando su jornada a eso de las 10 de la noche.

El perro que cambió su vida

Fue Choco quien lo impulsó a dejar su trabajo, uno que realizaba para marcas internacionales de lujo, para ayudar y alimentar a mascotas que deambulan por las calles de lo cual más tarde nacería la campaña ”Alimenta perritos de la calle” que cuenta con apoyo de marcas, artistas, restaurantes, deportistas y de la gente de las ciudades.

Lo que recibe a cambio

Fernando dice “lo que tú das, recibes. Eso me hace feliz. Yo soy mucho más feliz dando que recibiendo. Y ¿qué recibo de ellos? Su protección, su amor… ese cariño que te dan y es difícil de expresar”.

Aunque él quería enfocarse en la alimentación de animales callejeros, en el año 2017 se enfocó en la esterilización para evitar la sobrepoblación de perros en las calles, por lo que este hombre también crearía una campaña de conciencia sobre la tenencia responsable y sobre los roles del gobierno y las personas en este tema.

No compres y mejor adopta

“No compres, adopta” fue el slogan que Fernando difundiría para que se compartiera por más personas en redes sociales. Fue el Club Bolivar de fútbol el primero en brindarle su apoyo en la esterilización de los canes, y en la promoción de adopción y vacunación de perros. La aerolínea privada Amszonas comenzó a costear el envío de perros de una ciudad a otra para que fueran adoptados y los dueños pudiesen viajar en la cabina con sus nuevas mascotas.

Guiño a la sensibilización

Centros financieros también se sumaron a la iniciativa de Fernando y BCP Bolivia, por ejemplo, dejó que sus clientes desde ya pudiesen llevar a sus mascotas a sus sucursales como medida de participación del cliente.

Aún falta mucho

Las cifras oficiales del año 2017 hablan de que entre La Paz y EL Alto hay 300 mil perros callejeros, aunque Fernando estima que los que son abandonados son más de un millón. “Mi sueño es que no existan perros en las calles de Bolivia, que la gente esterilice, que la gente adopte, que no abandone y no solamente en Bolivia, en el mundo” dijo Fernando en una entrevista.

Los buenos son más

Fernando hoy se encuentra realizando la campaña ”UN ladrillo por un ladrido” para construir una santuario para los perros de la calle de edad avanzada que también serviría como centro de esterilización, por lo que unos estudiantes de arquitectura de la Universidad Católica de Bolivia ya trabajan en el proyecto.

Sin duda alguna Fernando es un ejemplo de solidaridad con los más indefensos animales abandonados a su suerte.


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