Esta Mujer Y Su Tortuga Han Estado Juntas Por Más De 50 Años

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Desde pequeña que a Jeanna Smith le han enternecido las tortugas. Siempre disfrutó de jugar con aquellas que vivía en las fuentes cerca de su casa de Minnesota. En algunas ocasiones, recogía tortugas para llevárselas a casa por el verano y luego liberarlas en su ambiente natural en el otoño.

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“Simplemente amo a las tortugas”, dice Jeanna.

En 1962, cuando Jeanna celebraba su cumpleaños número 10, su padre le regaló una tortuga Gopher. La chica amó a su nueva mascota, y decidió bautizarla como George. A medida que iba creciendo, George continuó fiel al lado de Jeanna. La acompañaba incluso en sus paseos en bicicleta alrededor de su vecindario ¡Eran inseparables!

Y la familia de Jeanna también estaba enamorada de George: a su mamá le encantaba consentirlo con su snack favorito, frutillas y kiwis.

George también iba con Jeanna y su familia a sus vacaciones de verano, gracias a lo cual conoció diversos lugares.

“George siempre vino con nosotros y le gustaba caminar por la costa del Lago Michigan”, cuenta Jeanna. “Para donde nosotros íbamos, él nos acompañaba”.

Y cuando Jeanna fue a la universidad, lógicamente George la acompañó. Aunque técnicamente no tenía permitido tener mascotas, hicieron una excepción sólo por George pues era limpio y silencioso. Era, básicamente, el compañero de cuarto ideal.

Durante su estadía en la universidad, Jeanna conoció al que sería su futuro esposo, Kirby Smith. Luego de unas pocas citas, Jeanna le presentó a George y, aunque al comienzo quedó sorprendido, pronto se hizo amigo de la tortuga.

Pasaron los años. Kirby y Jeanna se casaron y tuvieron hijos. Y los pequeños pronto se enamoraron también de George. Incluso varios perros que la familia ha adoptado se volvieron grandes amigos de la tortuga.

“No se sienta en tu regazo ni puedes llevarlo a caminatas por el parque, pero es una gran mascota”, dice Kirby.

George es una mascota que no necesita mucho esfuerzo para ser mantenida, aunque ha tenido sus pasares. Por ejemplo, se ha perdido tres veces en su vida. La última vez fue en 1988, cuando salió de su casa y llegó al patio trasero del vecino. Por suerte, pronto halló la forma de volver donde su amada madre.

Hoy, George tiene 56 años y sigue tan jovial como nunca. Las tortugas Gopher pueden vivir hasta 100 años en cautiverio, así que Jeanna sabe que existe la posibilidad de que su querido amigo viva más que ella. Pero si eso sucede, ya tiene planeado qué hacer.

“Mi hija tiene tres pequeños”, explica, “y cuando yo ya no esté en este mundo, George se irá a vivir con ellos”.

George y Jeanna crecieron juntos y siguen amándose como el primer día ¡Qué bella historia de amor!


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