La humanidad se ha visto sumamente afectada con la pandemia del COVID-19, sin embargo, para los animales la situación ha sido totalmente diferente. Mientras nosotros estamos aislados en casa, ellos se toman la naturaleza, aquella que en realidad siempre les perteneció.
Un grupo de 97 tortugas nacieron el pasado 22 de marzo en la playa de Janga, en Paulista, Brasil, aprovechando que el COVID-19 ahuyentó a todos los bañistas.
Estos animales estaban en peligro de extinción, pero gracias a la pandemia pudieron nacer en la tranquilidad de la playa, sin humanos que los molestaran. Además fueron ayudados por el trabajo de monitoreo realizado por los técnicos del Centro de Sostenibilidad Urbana del municipio desde septiembre de 2019.
El momento del nacimiento no pudo ser registrado de cerca, debido a la preocupación de la Secretaría Municipal de Desarrollo Urbano, Vivienda y Medio Ambiente en cuanto a la prevención durante la pandemia.
“En total, 291 tortugas marinas nacieron en la costa de Paulista en 2020, con 87 tortugas verdes y 204 tortugas carey. Esta vez, debido a las medidas preventivas contra el nuevo coronavirus, la población no pudo controlar de cerca el nacimiento“.
Herbert Andrade, Gerente Ambiental de Paulista
El Ministerio de Salud de Brasil ha recomendado evitar el hacinamiento para evitar el contagio por el virus, que ya cuenta con más de 8.000 casos confirmados en ese país. Por lo que la medida buscó preservar la salud de los técnicos involucrados en el proceso.
La pandemia nos ha aislado socialmente pero los animales están más vivos que nunca, pudiendo disfrutar de la naturaleza como siempre ha debido ser.
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