La Ciencia Confirma El Poder Curativo De Los Gatos

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Muchos estudios han demostrado que acariciar a un gato ayuda a eliminar el estrés, mejorar el ritmo cardíaco y remover la negatividad, ya que entrega la calma y tranquilidad que ayuda a la salud del cuerpo y la psiquis del humano.Una cantidad innumerable de estudios científicos están comprobando que los gatos pueden curarnos y sanarnos.

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Sin ir más lejos, un estudio hecho el año 2009 en la Universidad de Buffalo descubrió que los gatos producían menores niveles de cortisol cuando estaban con humanos, lo que significaba que tanto gatos, como humanos obtenían beneficios de la interacción. Los pacientes humanos que adoptaron gatos tenían mejores niveles de funcionamiento cardíaco y mejores niveles de presión en sus arterias, más allá de lo que los medicamentos pueden hacer.

Luego de ver estos buenos resultados en un ambiente de laboratorio, se comenzó a incentivar la Zooterapia, que es tratar enfermedades con ayuda de animales. Cada día son más pacientes quienes están conscientes de los beneficios que las mascotas brindan al tratamiento de un gran número de enfermedades. Un ejemplo de ello es el uso de gatos en enfermedades como el Alzheimer y la demencia senil, disminuyendo las dolencias asociadas a estas enfermedades.

Las investigaciones más recientes realizadas por el Centro de Interacción Humano-Animal de la Universidad de Missouri (Facultad de Medicina Veterinaria) han descubierto que las personas con hipertensión o riesgo de infarto tienen menos posibilidades de tener un infarto cuando tienen un gato, de la misma forma en que sus niveles de estrés son menores, todo esto en conjunto con una mejoría en su presión sanguínea y estabilidad cognitiva.

Además comprobaron que los humanos reducen sus niveles de cansancio y ansiedad cuando acarician el pelaje de las mascotas, que es similar el efecto de usar bolas anti-estrés o peluches, lo que recomiendan los psicólogos y terapeutas. También, el Doctor June McNicholas llegó a la conclusión de que las mascotas ofrecen apoyo emocional y compañía, que también realzan nuestras relaciones sociales con las personas en nuestros entornos.

Elizabeth Von Muggenthaler, doctora y especialista en bio-acústica afirma que el sonido del ronroneo de un gato es beneficioso para el proceso de curación. Un estudio comprobó que dicho sonido tiene una frecuencia ideal para acelerar la curación de los huesos, así como la de los músculos, tendones, ligamentos, y para la tonicidad muscular. Además ayuda a curar las heridas, la hinchazón y a evitar infecciones, así como para enfermedades pulmonares crónicas. Ya sabes, no esperes más para empezar a convivir con un gato.


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