Esta es la historia de Joe y Daniel: Joe es un hombre con un gran corazón, ya que siempre ayudaba a un vagabundo que no tenía ni siquiera para un café, menos para comer, pero un buen día la vida le dio un hermoso regalo de vuelta.
Joe nos cuenta esto:
“Su nombre es Daniel y vende revistas viejas en la biblioteca de Hillhead. Cada semana me paro junto a él, para charlar, le doy un poco de cambio, si tengo, y le compró café donde yo desayuno normalmente. Muy a menudo pago en la cafetería algunos cafés por adelantado para que Daniel pueda venir y calentarse, cuando hace frío.”
No obstante, un día Daniel le dio a Joe una hermosa sorpresa: “Hoy pagué también algunos cafés. Sin embargo, cuando fui a pagar mi desayuno, la muchacha que estaba en la caja me informó que el desayuno ya estaba pagado… ¡por Daniel!”
“Sucede que Daniel había comprado un billete de lotería instantánea y ganó 20 libras (al rededor de 27 dólares) y decidió agradecerme de esa manera. Cuando fui a llevarle el café, su cara estaba iluminada con una sonrisa. Él me dijo que era feliz, ya que había podido darme a mí tal sorpresa y que eso era su agradecimiento por el café y las conversaciones de cada mañana. Si usted alguna vez pasa por Byres Road, salúdelo, aunque no vaya a comprar las revistas.” Un simple ¡Buen día, amigo! bastará. La clave está en dar sin esperar nada a cambio, eso es el amor por el prójimo. Todavía existe bondad en el mundo y, una experiencia como la que te contamos es un ejemplo real de que la amabilidad, el respeto y la empatía son sentimientos que de una u otra forma regresarán a nosotros positivamente.
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