Muchas veces lo imposible se cumple y esta madre lo sabe muy bien, ya que jamás se rindió y supo que algún día encontraría a su hijo que desapareció cuando era solo un niño. Tuvieron que pasar 27 años para poder abrazarlo nuevamente.
Antonio Carlos da Silva, de Ceará, al norte de Brasil, quien trabaja como chofer, pasó toda su vida buscando a su familia y hoy logró cumplir su sueño. Su madre, Josiane da Silva, de 49 años, lo pudo reconocer y volver a ver.
A los 8 años, Antonio huyó de casa por los maltratos que recibía de parte de su padre, se subió en un autobús, se quedó dormido y llegó a Ceará, donde se quedó a vivir.
Su familia lo buscó por todos lados, pero nadie lo había visto ni sabía dónde estaba, hasta ahora. Su madre lo reconoció en un artículo de periódico y planificó el encuentro.
“En un sueño, volví a casa muchas veces”
Antonio Carlos da Silva
Durante el tiempo que estuvo perdido fue rescatado y llevado a un albergue de niños abandonados. Luego lo adoptó la Asociación O Pequeno Nazareno, en Maranguape, en Fortaleza.
Luego, cuando se hizo adulto, emprendió su camino y comenzó a buscar a su madre. Publicó en un diario una fotografía de él de niño y una de ahora, con la descripción: “Estoy buscando a mi mamá”.
El tío de Antonio, quien vive en Santarém, leyó la publicación y reconoció a su sobrino. Entonces se pudo en contacto con su hermana, la madre de Antonio.
“Carlitos se escapó un día en que su padre lo quiso golpear, al día siguiente lo vieron en las calles de Santa Rita, y luego nunca hubo noticias“.
Josiane da Silva, madre de Antonio
Antonio finalmente logró reunirse con su madre y sus tres hermanos: Diego, Dielma y Crislene.
Su madre afirmó ser la mujer más feliz del mundo.
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