Yvonne iba rumbo a su trabajo cuando vio a una gatita embarazada y con signos de desnutrición. En su trabajo muchos amaban a los gatos y le dieron un nuevo refugio.
Yvonne vio a una gatita embarazada muy amistosa que estaba afuera del edificio donde trabajaba. La gatita maullaba como pidiendo ayuda.
En Holmes & Marchant Shanghai, lugar de trabajo de Yvonne había mucha gente dispuesta a recibir a esta gatita y darle cariño y por eso esta mujer la sacó de la calle y la llevó a la sala de reuniones de la oficina.
En la empresa de marketing se encariñaron con el animal que dejaba que cualquiera le hiciera cariño. Los trabajadores la llamaron Boba por su estado redondo.
A Boba le prepararon una caja de arena, ropa de cama y comida de atún seco enlatado, pescado fresco y leche.
Cuando todos llegaron a trabajar luego de una noche de tormenta se encontraron con Boba y 8 gatitos a los que había dado a luz. La gatita estaba cansada pero aún así limpió y alimentó a sus pequeños.
Todos en la oficina querían ver a sus crías y ayudar a Boba a alimentarlos.
Cuando los gatos cumplieron un mes, fueron trasladados a una sala de reuniones más grande y desde entonces los trabajadores visitan a Boba para tomar un momento de respiro y ayudarla con sus pequeños.
Ahora buscan un hogar definitivo para Boba y sus gatitos, pero de momento seguirán muy cómodos en la sala de reuniones.
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