Familia Adopta A Niña Con Síndrome De Down Que Fue Abandonada En Un Asilo De Ancianos

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Sandrita fue dejada en un asilo de ancianos cuando tenía 2 años y vivió ahí mucho tiempo, hasta que Florencia, una madre soltera, conoció a esta pequeña y la llevó con sus hijos. La niña nunca había salido de paseo ni tenido una celebración de cumpleaños, por lo que esta familia cambió rotundamente su vida.

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Florencia Souto fue quien le cambió la vida a Sandrita, una pequeña con Síndrome de Down.

Florencia vive en Bariloche y en el 2017 comenzó su trabajo administrativo en un hogar para ancianos. El primer día conoció a las cuidadoras del lugar y ente ellas estaba Sandrita que apenas tenía 9 años y que en cuanto la vio, corrió a abrazarla y le dijo “mamá”.

Florencia vio que Sandrita padecía de Síndrome de Down y que toda su vida había vivido entre ancianos, pues había sido abandonada en ese lugar a los 2 años.

cuando llegó a casa, Florencia les contó sobre la niña a sus hijos de 10 y 5 años que quisieron conocerla de inmediato. Ellos la visitarían en los próximos días y comenzarían a formar una amistad de hermanos. Los niños la iban a buscar al colegio para luego dar un paseo y fue así como se hicieron inseparables.

El Juzgado de Familia invitó a Florencia ser la “figura de apoyo” de la niña para luego adoptarla, pero la decisión era en conjunto con sus hijos quienes sólo querían llevarla a casa como su hermana.

“Sandra estuvo allí desde los dos hasta que nos conocimos. Con Ana Paula y Tomás queríamos darle una vida nueva. No sabía lo que era un cumpleaños, una Navidad, mucho menos qué era irse de vacaciones o incluso cómo comer un helado. Nació con síndrome de Down, tiene una cardiopatía severa, insuficiencia respiratoria, retraso mental severo y epilepsia, entre otras patologías”.

–Florencia Souto a TN

El expediente de Sandra mencionaba el Síndrome de Down, pero no otras enfermedades que la niña tenía, por lo que cuidar de ella era una gran responsabilidad. Florencia dice que a veces los recursos escasean, pero que hace lo posible porque la niña tenga una mejor vida.

A Sandra le costó al principio adaptarse a tener una nueva habitación y cuando la familia le celebró su cumpleaños, ella se sintió incómoda pues nunca había recibido regalos, pero con el tiempo comenzó a estar mejor y más feliz.

Florencia rompió con el estereotipo de una pareja adoptando un niño, pues en su caso era ella y sus dos hijos quienes quisieron adoptar a la pequeña Sandrita y los tres han cuidado de ella, adquiriendo las responsabilidades para que la niña se encuentre bien.

Hoy Sandra tiene 13 años y la tuición de la niña ya es de Florencia, quien le dio su propio apellido a la pequeña. Un caso que demuestra que las familias a veces se forman con cariño, aunque no se comparta la misma sangre.


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