Este Chico Rudo y Grande Odiaba A Los Perros Pequeños, Pero Cuando Conoció A Un Chihuahua Su Vida Cambió

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Muchas veces, la vida da giros inesperados. Incluso un evento desafortunado puede ser el comienzo de una historia positiva e inspiradora. Y si no lo crees, Bobby Humphreys es la prueba de ello.

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Humphreys es un físico culturista competitivo que ama a los perros grandes, pero que asombró a todos con una decisión sorprendente que tomó luego de un doloroso momento en su vida.

En una publicación realizada en su Facebook personal, Bobby admitió que siempre había amado a los perros grandes: prefiere a los rottweilers y siempre se negaba a considerar como una opción a las razas pequeñas a la hora de buscar mascotas.

Incluso se burlaba de sus amigos varones que paseaban a sus mascotas de razas pequeñas. Nunca les dio una oportunidad a las razas más chicas de perritos, ni siquiera por probar.

En las imágenes superiores se le puede ver junto a razas pequeñas. Esas fotos no podrían haber sido posibles de no ser por un evento que sucedió hace unos años.

En 2016, Bobby fue abandonado por su esposa luego de 17 años de matrimonio. Este abrupto final lo llevó a una depresión muy profunda. “Eso me llevo al borde, me debilité. Quería ponerle fin a todo”, recordaba,

Pero por suerte tenía a Connie, una amiga que siempre estuvo cerca suyo y jamás lo abandonó. Ella le mostró de qué se trata la amistad verdadera y él sentía que le debía mucho, pues su apoyo en aquellos oscuros momentos era la única luz que tenía.

Pronto Bobby tuvo la chance de devolverle el favor, cuando ella decidió mudarse a una nueva vivienda donde no se permitía la tenencia de mascotas. Así pronto le pidió cuidar a su perrita chihuahua llamada Lady por un período indefinido de tiempo.

Bobby cuenta que Lady no era alguien a quien quisieras tener muy cerca, pues no le gustaban mucho las personas (mucho menos los hombres). Y el sentimiento era mutuo. Pero como no podía fallarle a Connie, la perrita se mudó con él.

Cuando un día llegó a su casa temprano, se puso a ver la televisión y Lady se encontraba sentada en su cama cerca de él y sin moverse. En menos de 15 minutos, Bobby dijo que no le importaba si ella lo mordía o no, pero tenía que hacer algo para que se le pasara la tristeza que veía en ella.

Cuando Connie lo fue a visitar más tarde, no podía creer lo que veía: esta perrita que odiaba a todo el mundo, estaba durmiendo tranquila en el regazo de este gran hombre. Así comenzó una hermosa amistad.

“Ella me mostró un amor que nunca antes había tenido. No puedo creer que este hermoso bebé de un poco más de 3 kilos se haya robado mi corazón”, escribió Bobby.

Pero Bobby sabía que esto no era para siempre, pues no era su perrita. Por ello, decidió buscar a su propio chihuahua. A la primera la encontró en Craiglist y la llamó Kira. Aunque no era una cachorra, no tuvo corazón para dejarla en las pésimas condiciones en que la halló.

Luego fue el turno de Harley y su hermana Quinn. Después vinieron muchos otros perros que necesitaban rescate.

“Muchos de estos pequeños bebés fueron maltratados, abusados o se aprovecharon de ellos, y yo simplemente no podía sentarme a ver cómo eso sucedía”, cuenta Bobby.

Así fue como Bobby terminó fundando Big Guy, Little World Sanctuary (que se traduce como Santuario “Chico Grande, Mundo Pequeño”). Este proyecto requirió mucho esfuerzo y tiempo para realizar.

“Rescatamos chihuahuas que están viviendo vidas horribles, que son maltratados, están hambrientos, discapacitados o tienen problemas mentales”, describe Bobby. “Les buscamos un hogar en donde nunca más tendrán que experimentar la negligencia humana, pero también los cuidamos para que se recuperen y los adoptamos”.

Como ves, no se necesita ser un superhéroe para hacer gestos que tengan un gran impacto en tu comunidad o en la vida de alguien, incluso en seres tan pequeños como estos tiernos e indefensos animalitos.


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