Esta Perrita Adoptó A Zarigüeyas Bebé Y Las Lleva Sobre Su Espalda A Todos Lados

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Una pequeña camada de zarigüeyas quedó a la deriva luego de que su madre fuera atacada por un perro y falleciera junto a una de sus crías. El resto de las crías quedaron repartidas en el jardín y afortunadamente los dueños del perro lograron rescatarlas antes que el can las atacara también a ellas.

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Las mantuvieron seguras pero no sabían muy bien qué hacer con estos animales salvajes, por lo que se les ocurrió contactar a su sobrina, Stephanie Maldonado, quien es adiestradora de animales, para ver si ella los podía ayudar.

Stephanie tomó a las zarigüeyas, se las llevó a su casa y contactó a un centro de rescate de vida silvestre para pedirles que se hicieran cargo, pero le dijeron que estaban demasiado llenos para recibir nuevos animales. Ante esta respuesta no se le ocurrió nada mejor que hacerse ella cargo de los bebés, quienes aún no habían abierto los ojos y sin cuidados inmediatos, morirían pronto.

Las mantuvo abrigadas y las alimentó cada dos horas, sin embargo le era imposible estar pendiente de ellas todo el día. Fue así como su perrita, Pretinha, comenzó a colaborar con ella.

Stephanie cree que su perrita notó que las pequeñas crías necesitaban de su ayuda y decidió tomar el rol de madre sustituta. Desde ese momento las mantuvo limpias, les dio el calor, la compañía y el cariño que tanto necesitaban.

Las pequeñas zarigüeyas crecieron sin problemas, hasta que llegó el día en que abrieron los ojos.

Incluso ahora que ya están más grandes se suben en la espalda de Pretinha, como lo harían con su verdadera madre, y a la perrita no le molesta porque sale con ellas de paseo.

Hace un mes que rescataron a los animalitos y la conexión ha sido mágica entre ellos. Sthephanie cree que no será problema liberarlos en la naturaleza una vez que estén lo suficientemente fuertes y grandes para valerse por sí solos.

Poco a poco les ha enseñado a acostumbrarse a la naturaleza exterior.

También les ha dejado ramas para que aprendan a escalarlas.

Esperamos que tengan un final feliz y salvaje en el exterior, donde pertenecen.


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