El asesinato de su hija hizo queMaría Paula y Esnildo tuviesen que hacerse cargo de sus nietos. Ellos salen a vender y su hijo de 17 cuida a los tres pequeños.
En mayo de este año la vida de María Paula y Esnildo sufrió un radical giro cuando su hija Denia fue asesinada a sus 25 años, dejando a tres pequeños de 7, 5 y un año solos.
María Paula decidió hacerse cargo de los pequeños, algo que no ha sido nada fácil para ella, su esposo y su hijo de sólo 17 años e incluso ya hay una cruzada para juntar dinero para esta familia.
El dinero es para que puedan eemprender con un carrito y así mejorar su situación económica y el resto de lo que se recaude será para que esta familia pueda sobrellevar estos tiempos de pandemia. María Paula vive con su familia en Vila da Glória, Brasil.
Para entregar pedidos de cestas a otras ciudades usa un viejo vagón.
La mujer dijo que tuvo un sueño con su hija, poder comprar un automóvil para vender sus artesanías. “No renunciaré a este sueño, es una manera de hacer realidad su sueño también, que ya no está con nosotros” declaró María Paula.
A pesar de estar jubilados, sus ingresos ya están comprometidos pues pidieron un préstamo para construir en la parte trasera de su casa donde su hija vivía con sus nietos.
Ahora sus ingresos sólo provienen de la venta de cestas que hacen con materiales extraídos de un bosque cercano, pero ahora que todo se ha dificultado con la pandemia complementan sus ingresos con trabajar la tierra y pintar casas.
“Muy poco lloro frente a ellos, trato de evitarlo. La niña de 7 años es la que más pregunta por ella, la que más la extraña”, dijo.
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