Abuela Organiza Una Rifa Para Ayudar A Su Nieto Con Parálisis Cerebral Abandonado Por Su Madre

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“No es fácil cuidar a un nene con una discapacidad y no la hacen fácil tampoco” dice la abuela de Benjamin de 8 años. Ella busca juntar dinero para comprar una silla de ruedas postural que cuesta 4 mil 500 dólares.

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Benjamín padece de parálisis cerebral y no puede hablar ni caminar. Ese niño fue abandonado por su madre y fue su abuela la que se ha hecho cargo de él desde que nació un 9 de abril del 2012.

Benjamín nació prematuro y estuvo 4 meses en una incubadora. Tras eso fue diagnosticado con parálisis cerebral y los médicos le dieron sólo horas de vida, aunque en el mejor de los casos podría sobrevivir sin poder escuchar ni ver toda su vida.

Benjamín si puede ver y escuchar, pero no habla ni camina. “¡Tiene una sonrisa que logra todo!”, dice Adriana, su abuela paterna, a Infobae

, además dice que Benjamín es fanático del futbol y que le gusta River Plate. “Es fanático de River, mira los partidos y además le gusta la música romántica. Es muy especial y sensible y aunque no habla, expresa mucho con la mirada”, comenta.

Benjamín ahora necesita de una silla de ruedas postural que afirme su cabeza, pero su familia no tiene dinero para comprarla ya que cuesta 400 mil pesos argentinos, es decir unos 4 mil 500 dólares.

Adriana ha organizado rifas para costear los gastos de Benjamín: “Estoy organizando la cuarta rifa para juntar dinero y poder comprarla, o juntar lo que más pueda porque además de la silla él necesita remedios. Por eso, siempre rifo cosas que otras personas que lo conocen y saben de sus necesidades nos donan. También estamos organizando, con todos los protocolos, un torneo al aire libre de penales”, comenta la abuela a Infobae.

Benjamín es el primer nieto de Adriana y el más mimado. “Tengo cuatro hijos y cada uno me dio un nieto, pero el amor no es el mismo con todos, pero es inmenso por cada uno”, añade Adriana.

“Benja solo tiene a su papá y a sus abuelos, porque la mamá no le estaba dando los cuidados necesarios. Vimos algunas cosas que no nos gustaron y desde entonces vive con nosotros. Lo mandamos al jardín, lo vieron todos los médicos que necesita y una fisiatra. La mamá hace dos años y medio que no lo ve por decisión propia. Sabe que acá tiene las puertas abiertas, pero no lo visita”.

Adriana a Infobae

Adriana trabaja cuidando a una señora, pero el dinero no es suficiente, en tanto el padre de Benjamín se dedica a barrer calles. “No nos alcanza para todo lo que hay que comprar y la pensión del nene ayuda un poco, pero tampoco es suficiente porque él también necesita tomar un jarabe especial que cuesta $8 mil [90 dólares aprox.] que le recetó un médico del Hospital Güemes porque es epiléptico y hace un tiempo convulsionó. En cinco minutos cinco veces… Eso fue fatal para él y toma otros remedios que también son caros” dice la abuela de Benjamín.

En un tiempo, Benjamín requerirá de una operación a sus caderas y pies ya que están desviados. “Queremos ofrecerle una mejor calidad de vida y para eso necesita otros artículos de ortopedia como un silla de baño” dice Adriana que cuenta que todo lo que come el pequeño está procesado.

“Tampoco toma jugo ni agua, solo puede tomar bebidas isotónicas por las sales que tienen. Es un nene que se deshidrata con facilidad, así que compramos dos o tres packs de esa bebida por semana, y eso también sale un dinero… No es fácil cuidar a un nene con una discapacidad y no la hacen fácil tampoco”, añade la mujer.

La mujer comenta que “también le gusta la música de Romeo Santos y la tecnología. ¡Es imposible hacerlo jugar con juguetes! Con la fisiatra no podemos hacerlo jugar con otra cosa que no sea una tablet! A él dale un teléfono, como puede siempre se entretiene y buscar estar bien”


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