10 Sentimientos Que Reconocen Los Manipuladores Y Los Aprovechan A Su Favor

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Puede ser de forma consciente o no, pero los manipuladores juegan con los temores, dudas y deseos de las personas. Es decir, juegan con los sentimientos más puros y hermosos: el amor, la gratitud, el deber y la esperanza. No obstante,  uno no debe convertirse en una persona insensible y sin compasión solo por tratar de evitar este tipo de situaciones.

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Es por eso que en esta nota queremos compartir contigo algunos de los trucos más comunes utilizados por los manipuladores, la manera de enfrentarse a ellos y proteger tus deseos.

 

Sentimiento de culpa

 

 

Una persona que se encuentre influenciada por el sentimiento de culpa es capaz de hacer todo lo necesario para compensar el daño causado. Y eso es exactamente lo que busca el manipulador, que necesita infundir esta sensación.

Es necesario que pienses bien si es bueno cargar tanta culpa, sintiéndote responsable por el estado emocional de la otra persona. Lo importante es saber que lo que ellos sientan es su elección. Incluso si de verdad hiciste algo mal o incorrecto, pide disculpas sinceramente, pero nunca dejes que el control del manipulador se apodere de ti.

 

El miedo a perder reputación

 

 

Un manipulador puede provocar a una persona, no sólo para obtener beneficios, sino también para satisfacer su ego, sentir su poder o simplemente para pasar un buen rato. Las personas inseguras con miedo a perder la reputación pueden convertirse en sus víctimas. Debes pensar si realmente lo necesitas.

Y no te dejes tentar por las declaraciones provocadoras, no eres más fuerte de lo que eres y no eres “todopoderoso”. Y eso no es nada por lo que avergonzarse. No debes ponerte en riesgo por el solo hecho de mantener una imagen.

 

El sentido del deber

 

Presionar por el sentido del deber es comúnmente una técnica aplicada por familiares y amigos. Son los manipuladores próximos a ti los que pueden complicarte la vida al máximo. Es importante entender los límites de tus capacidades.

Sí, tienes que ayudar, pero eso no significa que automáticamente tengas que sufrir y renunciar a tus propias necesidades. Por supuesto, es difícil decir “no” a una persona cercana. No obstante, es posible encontrar un término medio y ayudar a esa persona sin perjudicar tus propios deseos.

 

El miedo a ser rechazado

 

En este sentido, el manipulador usa el miedo de la víctima a ser rechazada. Lo hace al chantajear constantemente a su pareja, el manipulador negocia para obtener una gran cantidad de beneficios a cambio de una promesa de querer y estar siempre cerca. Si piensas que el amor se puede comprar, solo puede ser con amor y no con bienes materiales. Aprende a respetarte y nunca olvides que te mereces un amor desinteresado y amistad real.

 

Sentimiento de gratitud

 

Si te es incómodo cumplir con una petición, no tienes obligación de hacerlo. Encuentra una manera de devolver el favor a tu amigo que sea cómoda para ti y no caigas en manipulaciones desleales. El sentimiento de gratitud puede ser objeto de un abuso ilimitado. Recordándote en cada momento oportuno aquel gesto o servicio valioso que una vez hicieron por ti, los manipuladores intentarán que actúes como a ellos les venga en gana.

 

Sentimiento de pena

 

 

Estos “listos” juegan con la bondad y la compasión ajena. A menudo, las cosas no les van tan mal, pero juegan apretando el sentimiento de pena con maestría, provocando en la víctima un fuerte deseo de ayudar a un compañero infeliz. La gracia es que debes alabar al manipulador. Si trata de cargar algo sobre ti cubriéndose con su sufrimiento, dile que él, con tanto talento, lo podrá hacer mucho mejor sin ti. Dile que crees en él. Debes ser muy sincero y así evitarás manipulaciones.

 

El miedo a la soledad

 

Existen personas que soportan a una persona que los mal trata y a la que no aman, solo porque tienen miedo a quedarse solos. El manipulador golpea periódicamente la autoestima de la víctima, por lo que a ella le resulta cada vez más difícil escapar de su miedo a la soledad y liberarse. Debes creer en ti mismo, respétate, ámate. Sólo de esta manera podrás evaluar adecuadamente la actitud de otras personas hacia ti sin caer en la trampa del miedo a quedar solo.

 

Vergüenza

 

 

Si alguien está tratando con mucho esfuerzo de que sientas vergüenza, debes estar en alerta. Porque si has cometido un error, puedes disculparte o corregirlo. Y, por supuesto, no debes sentir vergüenza por no cumplir las expectativas de los otros. Tu vergüenza solo sirve para que los manipuladores te controlen.

La vergüenza es un sentimiento que te hace sentir inferior o que tus acciones son incorrectas. Las personas, por lo general, están dispuestas a hacer mucho con el fin de evitar esta sensación desagradable y, por supuesto, los manipuladores lo aprovechan con maestría.

 

Esperanza

 

Existen los manipuladores que usan la esperanza, por ejemplo, el “inteligente” promete la luna o que su comportamiento cambiará en algún momento. Pero lo único que persigue son beneficios momentáneos que la víctima, conmovida por sus buenas intenciones, pueda darle. No debes creer en sus palabras. Mira los hechos probados. Establece plazos concretos y haz realidad ciertas exigencias. No dejes que las esperanzas vacías cambien tus pensamientos.

 

Vanidad

 

Podría parecer un piropo inocente, pero el objetivo del manipulador no es, precisamente, el de complacerte. Te dirán que eres tan bueno “haciéndolo” que deberías hacerlo tú.  Antes de acceder a la petición del adulador, evalúa tus propios intereses, habilidades y preferencias. Y a su lindo “solo tú eres capaz de llevar a cabo esta tarea“, puedes contestarle con un “gracias, es un placer saber que piensas así. Pero lo siento mucho, tengo otros planes”.


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