Perrito Tenía Cáncer Y Fue Adoptado 2 Días Antes De Morir. Ella Le Dio Mucho Amor

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Janine Guido escribió una emotiva nota en su Facebook.

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Estoy tan feliz de haber podido cuidarte y abrazarte fuerte anoche. Espero que hayas podido sentir cuánto te amé. Aunque sólo te conocí por poco tiempo. A las 10.28 de esta mañana, te abracé mientras respirabas por última vez. Te fuiste en paz. Sé que era tu tiempo. No es un adiós, solo nos vemos luego”.

Su historia es emotiva. Ella decidió acompañar a un pobre perro que estaba condenado a morir por culpa de un agresivo cáncer. Fue un gesto muy noble de su parte: que él no se fuera sin haber sentido amor y compañía.


Guido es fundadora del Rescate de Animales de Speranza y sin duda, le ha tocado ver muchas cosas. Desde maltrato, adopciones, recuperaciones y más.

Sin embargo, lo que vivió nunca se lo habría imaginado. Ese día conoció a Watson. Fue luego que  alguien la llamara para contarle que había encontrado a un perro en muy malas condiciones. El animal estaba cerca de un parque en Filadelfia, EE.UU. Cuenta que ella misma lo fue a buscar y la escena que vio la sorprendió.

Se trataba de un perro completamente indefenso, desnutrido y que tenía un tumor cancerígeno en una de sus patas traseras. “Sus ojos lo decían todo, estaba exhausto, como si estuviera listo para abandonar la pelea”.

Watson fue rescatado y llevado al veterinario para que pudiera recibir atención médica.
Lamentablemente, ya era muy tarde. El cáncer se había extendido a todo su cuerpo. Ya no había nada que hacer y sólo darle contención y amor.

Guido quiso acompañar a Watson hasta el final y quería que sintiera que no estaba solo.

Sentía que las cosas no iban a salir bien al día siguiente. Watson no quería dejarlo solo”.

Por eso ella cuenta que tomó algunas camas para perros y mantas y las colocó en el piso en el centro de rescate. Allí puso a Watson y ella se recostó a su lado mientras le decía palabras llenas de amor. El perrito pudo dormir rápidamente, y Guido quedó llorando toda la noche. “Él se durmió y se acurrucó contra mí muy fuerte”.

Ella aprovechó de decirle que lo amaba y que su vida había sido muy importante para todos.

A la mañana siguiente, el perro despertó sin muchas energías. De hecho, no quería comer ni tomar agua. Empezó a caminar en círculos. Sabían que llegaría su hora.

Watson se sentía frío, daba vueltas en círculos y estaba muy decaído esa mañana. No entendía dónde estaba y sabíamos que estaba sufriendo. Lo llevamos al veterinario, le di unas últimas palabras y tomé la decisión final. Estuve con él hasta el final llorando mientras le hablaba” escribió Guido en su Facebook.

Le dije que fue amado y que estaba muy feliz de haber podido cuidarlo y abrazarlo esa noche. Le dije: espero que hayas podido sentir cuánto te amé aunque te haya conocido por poco tiempo. A las 10.28 de ese día, lo abracé mientras respiraba por última vez. Se fue en paz. Sabíamos que era su tiempo” finalizó.

Ella cree que esos dos días fueron la primera vez que Watson sintió cariño.


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