Malformación En Su Cerebro Provocó Gran Protuberancia En Su Nariz, A Los 2 Años Luce Estupendo

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Ollie Trezise logró sobrevivir al interior del vientre de su madre, rompiendo con todos los pronósticos y dos años después vive sin complicaciones médicas. Un defecto en el crecimiento de su cerebro provocó que esté creciera a través de un agujero, lo que desencadenó que pequeño naciera con una nariz muy abultada, a raíz de lo cual debió ser operado en múltiples ocasiones para asegurar una adecuada respiración.

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Con el paso del tiempo tanto él como su nariz fueron creciendo, lo que provocó crueles comentarios por parte de extraños, incluso llegando al punto de haberle dicho a su madre, que no debería haber nacido. En un inicio esto devastó por completo a la joven madre de 22 años, pero luego aprendió a lidiar con esto y retomó la fuerza que necesitaba para inculcarle a su hijo, que sin importar lo que otros digan, es perfecto.

 

En la resonancia que se le practicó a las 20 semanas de gestación, su madre fue advertida por la condición con la que venía su hijo. Los médicos le explicaron que la protuberancia en su nariz correspondía a un defecto que hace que el cerebro crezca a través de un agujero en le cráneo, creando un saco protuberante en otra parte del cuerpo, en este caso, la nariz.

“Para mí, Ollie es perfecto. Es mi pequeño Pinocho de la vida real y no podría estar más orgulloso de él”. 

 

 

 

Tras el nacimiento del pequeño, debió ser sometido a una cirugía de urgencia, en la cual le retiraron el líquido cerebral que yacía al interior de su nariz, para abrir su conducto nasal y permitir que él respirar de forma natural.

“Tenía tanto miedo de permitir que Ollie se sometiera a una cirugía tan importante. Era tan frágil y no podía soportar la idea de perderlo. Los médicos me explicaron que corría el riesgo de contraer una infección o incluso meningitis si se tropezaba y se golpeaba la nariz, así que acepté la cirugía”. 

La madre relata que fue el mismo Ollie quien la ayudó a superar la cirugía. Su alegría le permitió salir adelante y superar los incesantes obstáculos que se han presentado en el último tiempo.

Hoy Ollie tiene 21 meses de edad y es un niño feliz, quien ama jugar con su hermana de cuatro años.

“Creo que es absolutamente perfecto tal como es. No hay nada de malo en ser diferente. Ollie es un niño único, inteligente y divertido. Él me sorprende cada día. Es mi pequeño y especial Pinocho, y nunca dejaré de amarlo”.


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