Los Viejos Zapatos Negros Del Papa Esconden Un Gran Secreto Que Nadie Sabía Hasta Ahora

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El Pontífice pide “los negros de siempre, no quiero nada de rojo”.

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La tradición para los Papas es usar siempre zapatos rojos pero Francisco llegó con sus gustos bien definidos y cambió la antigua tendencia. Le solicitó a un gran amigo suyo de hace 40 años y de profesión zapatero para que le haga su modelo regalón. Hoy este hombre develó un interesante secreto sobre el par de zapatos negros que siempre usa el Papa.

Apenas fue elegido como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica contactó a Carlos Samario para solicitarle el pedido más increíble e importante de su carrera: confeccionarle su zapatos.

El emocionado hombre, que también es carpintero, contó que estaba haciendo unos zapatos nuevos y le preguntó por el color que prefería y el Papa le dijo: “Los negros de siempre, no quiero nada de rojo”.

De hecho, le insistió que no quería unos zapatos nuevos sino más bien que le retocara los viejos.

Al recordar esa anécdota, Samario agregó en la entrevista que le dio al diario El Clarín que su amigo sigue siendo ese hombre sencillo y humilde que conoció hace 40 años.

Los zapatos que utiliza el Sumo Pontífice son especialmente cómodos. Samario dice que son “de un corte sencillo en becerro negro, capellado liso. Parece como una galocha con cordones“. Y su número es 42-43.

No utiliza plantillas sino más bien un zapato armado con el realce justo para su parte esquelética, con un pie un poco resentido. Es un secreto que tiene que ver con su salud y por ética no quiero contar más” al ser consultado sobre esa característica peculiar .

Al preguntarle sobre la cojera del papa, dijo que tenía un problema con la cadera y tiene que hacer sesiones regulares de fisioterapia. “Hay días buenos y malos pero, afortunadamente, duerme excelente” confideció.

Se especula que el Papa confía más en su amigo para que le confeccione sus zapatos debido a sus problemas físicos. Y le gusta el color neutro porque es más neutro y no le gusta cambiar a cada rato porque no lo encuentra necesario.

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