Esta es la historia de Raven, un cachorro de Tamaskan. Su dueña había decidido que era hora de que tuviera un hermanito y pensó que sería una excelente idea que fuera él quien escogiera.
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Por eso lo llevó con ella a la protectora de animales para adoptar a un nuevo miembro de la familia.
Pero Raven se encontró con cuatro gatitos y se entusiasmo pero ninguno le mostró mucho interés excepto una gatita hermosa llamada Woodhouse. Al final decidieron llevársela a casa. Y fue una buena elección porque desde ese minuto fueron amigos inseparables.
Acá vemos Raven cuando viajaban a buscar a su “hermano”, pero escogió a la gatita Woodhouse
 
Ningún gato se interesó por él, pero ella si

Fue amor a primera vista

A partir de entonces, Woodhouse encontró un nuevo hogar y a un nuevo amigo

Y ya pasó un año del primer encuentro

Se dan mucho cariño>

Y comparten en la hora de la siesta

“Son tal para cual”, dice la dueña de ambos

Y cumplen el mismo día

Crecieron juntos y siguen con las mismas costumbres…algo que de seguro no van a cambiar por nada del mundo

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