Las cifras de la UNICEF estremecen: 151,6 millones de niñas y niños son víctimas de la explotación infantil en todo el mundo. Al menos la mitad de ellos son forzados a la “esclavitud, trata, trabajo forzoso o reclutamiento para conflictos armados”. Aunque este caso no alcanza la gravedad de aquellos, sin duda es un problema que afecta su calidad de vida e integridad.
Rehan, de apenas 9 años, fue captado mientras descansaba tras una agotadora jornada de trabajo disfrazado de gato. Con el dinero que ganó, compró un paquete de arroz. Es realmente terrible.
Un usuario de Instagram contó la historia de Rehan y se ha vuelto viral en las redes sociales:
Cada día Rehan tiene que levantarse temprano por la mañana, para que los trabajadores de oficina y los residentes de Jalan Gatot Subroto puedan presenciar la atracción… Para algunas personas, la atracción de payasos callejeros presentada por Rehan se considera efectiva, para deshacerse del aburrimiento en medio de la concurrida calle Gatot Subroto. Sin embargo, hubo algunas cosas importantes que se les olvidaron.
Los espectáculos que consideran atractivos son en realidad realizados por menores, incluso en la categoría de explotación infantil. Según la confesión de Rehan, su decisión de convertirse en payaso callejero se basó en un motivo económico para poder satisfacer sus necesidades diarias. Su madre, que tiene trabajos ocasionales, solo puede reunir dinero para pagar el alquiler”
@rhmadii__ en Instagram
Hay mucha gente que puede pensar que trabajar no es malo porque está bien ayudar a los padres, pero la UNICEF aclara que se debe diferenciar el trabajo de las tareas infantiles.
El trabajo infantil se refiere a menores de 12 años que realizan cualquier actividad económica, siendo generalmente sometidos a los peores contextos, obligados a realizar tareas que frecuentemente se alinean con la explotación, la trata, actividades ilegales, reclutamiento forzado y la exposición a peligros.
Mientras tanto, las tareas domésticas son trabajo ligero que colabora con los padres y no afecta mayormente la salud y educación del niño. No representan un daño.
Se le captó usando otros trajes, pero siempre con el mismo semblante: aunque no soportaba el sueño, se veía obligado a buscar dinero.
El proveedor de disfraces también ofrece varias opciones de cabezas de muñecas diseñadas para parecerse a personajes de dibujos animados, desde Dora la Exploradora, hasta Bob Esponja. “mi madre paga “, dijo Rehan mientras se secaba el sudor que goteaba por sus párpados.
Todos los días, Rehan se va deliberadamente temprano en la mañana, incluso antes de que brille el sol de la mañana (…) quiere reservar algo de tiempo por la tarde para jugar al fútbol en casa.
Cuando se le preguntó si él y su madre se sentían cómodos con su profesión actual, Rehan dijo que estaba feliz de poder ayudar con dinero adicional a su madre. Sin embargo, Rehan no niega que a veces se siente cansado porque tiene que caminar 10 km desde su casa.
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Los únicos esfuerzos que este niño debería hacer es para decidir cómo divertirse, pero tristemente hay cientos de millones de niños en todo el mundo en condiciones iguales o peores que las de Rehan. Acabar con este problema es una tarea de toda la sociedad.
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