Gritarle A Tu Perro Tiene Efectos Destructivos En Su Mente

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Todos sabemos gritarle a otra persona no está bien y es una costumbre que deberías dejar de lado, sin embargo, poco entienden que esta acción también afecta a los animales

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Según una investigación en la que participaron 90 perros, se descubrió que los efectos de los gritos pueden tener un impacto negativo en su mente y bienestar a largo plazo.

Investigadores de la Universidad de Oporto, en Portugal, liderados por la Dra. Ana Catalina Vieira de Castro, realizaron una serie de experimentos con perros para determinar si las actitudes y comunicaciones agresivas de los humanos tienen efectos negativos en ellos y a qué nivel.

Seleccionaron 92 perros de compañía y los dividieron en dos grupos: aquellos con los que se usa refuerzo positivo para entrenarlos, como los premios de juegos y comida; y perros con los que se emplea un refuerzo negativo, como tirarlos fuertes de la correa y levantarles la voz.

Los científicos observaron el comportamiento de los animales en ambos entrenamientos y así pudieron detectar signos de estrés en los peros como bostezos, levantamiento de patas, aullidos y lamida de los labios, así como su nivel de tensión o relajo.

También tomaron muestras de saliva de los perros de ambos grupos para identificar químicos relacionados con la ansiedad y nerviosismo, como el cortisol. Con estos datos lograron calcular el nivel de estrés en los perros de cada grupo.

Los perros que estaban en el equipo de entrenamiento de refuerzo negativo presentaron mayores niveles de estrés que los del otro grupo, sin embargo esa no era la única consecuencia.

A un mes del estudio, los científicos un hicieron seguimiento del alcance del impacto que tenía este tipo de tratamiento en ellos, por lo que elaboraron un experimento simple.

A los perros que fueron entrenados con refuerzo positivo les hicieron entrar a una habitación en varias ocasiones, en dando había un tazón de alimento que siempre contenía alguna golosina.

Mientras que los perros entrenados con refuerzos negativos eran llevados a habitaciones en donde su pote de comida estaba siempre vacío.

A los pocos minutos, los perros del primer grupo reconocieron que el tazón de esa habitación siempre escondía una sorpresa, pero los perros del segundo grupo aprendieron que no habría nada esperándoles y se acercaban cada vez con más desgana hacia él.

El estrés no solo acompaña a los perros durante el entrenamiento, sino que se queda a largo plazo.

“Nuestros resultados muestran que los perros de compañía entrenados con métodos basados ​​en aversión experimentaron un peor bienestar en comparación con los perros de compañía entrenados con métodos basados ​​en recompensas, tanto a corto como a largo plazo”.

Científicos del estudio

Los perros entrenados con refuerzos positivos eran más estables, relajados y optimistas, mientras que los del segundo grupo mostraron mayores niveles de cortisol, estrés y negatividad, lo que tuvo un impacto dañino en su bienestar que duró no solo semanas, sino que meses.

No es solo perjudicial para la salud de los perros tratarlos con medios agresivos y gritos, sino que también es poco efectivo si se quiere moldear su comportamiento.


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